Las víctimas de agresión sexual experimentan un temor enorme cuando deciden hablar sobre su abuso. Muchas se preguntan si la persona a la que se lo dicen les creerá o les culpará, especialmente cuando la persona que abusa es la pareja o alguien con poder. Para los inmigrantes indocumentados que viven en los Estados Unidos, a este miedo se les suman los de ser deportados, perder a sus hijos o ser etiquetados con un estigma cultural. En vez de denunciar un crimen, estas víctimas – que en su mayoría son mujeres – eligen lo que creen que es una alternativa más segura: vivir y trabajar en ambientes inseguros y abusivos.
De acuerdo con los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), casi una de cada cinco mujeres ha denunciado una violación, mientras que una de cada 20 ha experimentado violencia sexual en algún punto de su vida. Tristemente, estas estadísticas no reflejan las muchas agresiones sexuales que no se denuncian, como las cometidas contra individuos con un estatus legal precario.
Amnistía Internacional reporta que 60 por ciento de las niñas y mujeres que viajan desde México a los Estados Unidos son victimizadas durante el trayecto, y la mayoría de los casos no se denuncian. Una vez que los inmigrantes se asientan en los Estados Unidos, su falta de estatus legal los expone, injustamente, a un nivel más elevado de violencia sexual potencial, tanto en el trabajo como en casa.
La 14va enmienda de la Constitución de los Estados Unidos dice que ningún estado podrá “privar a cualquier persona de vida, libertad o propiedad sin el debido proceso legal; ni negarle a cualquier persona dentro de su jurisdicción la igual protección de las leyes”.
La seguridad y la libertad son derechos humanos básicos provistos para aquellos que viven en los Estados Unidos. Esto significa que todos – documentados o no – tienen derecho a existir en ambientes libres de violencia y buscar justicia contra los perpetradores que violen este derecho. Para los inmigrantes, el desconocimiento de sus derechos y la desconfianza en el sistema legal constituyen una enorme barrera para las denuncias de abusos.
Los inmigrantes indocumentados viven en un miedo constante de “ser encontrados”, así que sólo pensar en entrar a una estación de policía o la oficina de un abogado para buscar ayuda les parece contraproducente. Los inmigrantes también dependen de sus trabajos para sobrevivir, lo que hace que denunciar abusos sexuales en el lugar de trabajo sea extremadamente difícil por miedo a no ser tomados en serio, a represalias laborales o incluso a más abusos debido a su vulnerabilidad.
La mayoría de las víctimas inmigrantes indocumentadas son mujeres que no saben que denunciar una agresión sexual es el camino más seguro para detener el abuso. Como abogados experimentados en agresiones sexuales, ayudamos y orientamos a inmigrantes que se enfrentan a la incertidumbre sobre si exponer o no a sus abusadores.
Es común que los inmigrantes indocumentados pregunten:
Si ha sufrido una agresión sexual y no sabe a dónde acudir debido a su estatus legal, por favor contacte al equipo de Jessica Pride para que conozca cómo podemos ayudarle.
Como inmigrante, usted cuenta con protección contra la violencia sexual doméstica y laboral de muchas maneras, siendo una de estas la Visa U. Creada en el año 2000, esta disposición surgió con la aprobación de la Ley de Protección de la Víctimas del Tráfico y la Violencia, la cual incluye la Ley de Protección a las Mujeres Maltratadas. Esta ley les permite a las víctimas de ciertos crímenes permanecer en los Estados Unidos si presentan una denuncia y ayudan a la policía a buscar al responsable. Como abogados experimentados en casos de agresiones sexuales que velan por sus derechos, podemos educarle acerca de esta ley.
Nuestro dedicado y compasivo equipo está preparado para:
Usted no debería tener que elegir entre soportar un abuso y enfrentar una separación de sus seres queridos. Contacte a Jessica Pride hoy (619) 415-8822 para una consulta gratuita y sin compromiso y saber más acerca de las protecciones disponibles para usted. Todos los casos son confidenciales.
Como inmigrante indocumentado, sus derechos de protección son firmes a pesar de las denuncias de agentes del orden que fallan al proteger a mujeres indocumentadas inmigrantes. Desafortunadamente, estos reportes intensifican las preocupaciones a la hora de denunciar abusos y fortalecen la posición de los perpetradores de tal forma que nunca son responsabilizados por sus acciones. También le abren la puerta al abuso continuado.
Además, existe un miedo abrumador a la deportación desde la elección del presidente Donald Trump. Desde su presidencia, el número de denuncias de incidentes de violencia sexual ha caído significativamente en todo el país, especialmente entre mujeres latinas. En California, este grupo de mujeres es una parte importante de nuestra población.
El miedo a las nuevas leyes y restricciones de inmigrantes está jugando un fuerte papel en la reducción de denuncias a pesar de la disponibilidad continua de protección:
Si ha sufrido una agresión sexual en el trabajo, el hogar o de parte de una autoridad legal, contacte hoy a nuestras oficinas. El experimentado y compasivo equipo de Jessica Pride está aquí para escuchar su historia y mantenerla completamente confidencial. Ninguna mujer merece ser victimizada – jamás. La naturaleza profundamente personal del abuso sexual puede robarle su dignidad, salud y voluntad para ser una integrante fuerte y productiva de la sociedad.
¿Es una víctima indocumentada que ha sufrido una agresión sexual?
Nuestro equipo puede ayudarle a entender y explorar mejor los recursos disponibles, incluso si no tiene documentos.
Ofrecemos los siguientes servicios para ayudarle a mantenerse a salvo y responsabilizar a su abusador:
Si aún siente dudas, existen servicios adicionales disponibles para usted mientras reúne el valor para denunciar un abuso sexual. Su seguridad es, siempre, nuestra primera preocupación. Por favor contacte una línea de ayuda sobre abuso sexual, como RAINN, para hablar confidencialmente con un miembro de su equipo entrenado en apoyo a casos de agresiones sexuales. No importa si el abuso ocurrió hace un año, ayer o sigue pasando, usted tiene derecho a hablar con alguien confidencialmente acerca de su situación. Cuando sienta que puede avanzar en su camino hacia la protección legal, una posible ciudadanía y un futuro mucho más seguro, el equipo de Jessica Pride estará aquí para usted.
Contacte a Jessica Pride hoy (619) 415-8822 para una consulta gratuita y sin obligación. Recuerde, no es su culpa. Su historia importa, y creemos en usted. Cuando tome la valiente decisión de hacer la denuncia, estaremos aquí para acompañarle en cada paso.